Patrimonio Territorial
Patrimonio Territorial
El territorio es, sin duda, un bien patrimonial, una herencia que recibimos de nuestros antepasados, y que reconocemos y valoramos a través de los paisajes. En ellos también va a quedar registrada nuestra huella para las generaciones futuras, y la entrega de un legado en buenas condiciones va a depender de lo que respetemos, de lo que valoremos y de cómo actuemos. Por eso podemos hablar de un patrimonio territorial.
El territorio es, sin duda, un bien patrimonial, una herencia que recibimos de nuestros antepasados, y que reconocemos y valoramos a través de los paisajes. En ellos también va a quedar registrada nuestra huella para las generaciones futuras, y la entrega de un legado en buenas condiciones va a depender de lo que respetemos, de lo que valoremos y de cómo actuemos. Por eso podemos hablar de un patrimonio territorial.
Algunos componentes del territorio, como el relieve, conforman determinados hitos o elementos significativos, como ríos, colladas y cumbres, que todo el mundo que vive en la zona conoce con nombre propio, y por eso sirven como referentes que ayudan a situarse, y a distinguir los espacios que pertenecen a uno u otro pueblo. Otros componentes territoriales significativos son los pueblos, los núcleos rurales; porque ellos son los lugares de residencia de la gente que, con su forma de trabajar y de vivir, va tomando las decisiones sobre el uso y organización del espacio y son, por ello, los principales conservadores de los paisajes que disfrutamos y de los pueblos que admiramos. Conocer los pueblos, sus casas, sus calles, sus equipamientos públicos como abrevaderos, fuentes, boleras, lavaderos o campas; y conocer su término concejil, con las mieses, los prados, sus invernales, y sus montes, bosques y pastos, nos ayudan a estimar el esfuerzo de construcción de estos paisajes.
Existe una legislación sectorial que trata de proteger los espacios que tienen un valor social especial: por su riqueza natural, por ser un recurso económico, por su necesidad para la vida (las aguas), por sus beneficios ambientales, por su carga simbólica, por sus valores culturales o por su situación estratégica. Pero es la Ordenación del Territorio la que debe integrar y armonizar todas estas funciones, para que el uso responsable del suelo y la preservación y mejora de la calidad de nuestro espacio de vida permitan un buen desarrollo de nuestro patrimonio territorial.
Conjunto de ríos y arroyos que drenan la cuenca hidrográfica del Nansa
Núcleo compuesto de dos barrios, en el que destaca la Iglesia construida en 1836.
Serie de sierras alineadas de Este a Oeste que separa las comarcas litorales de los tramos medios y altos de los valles.
Linares situado en un emplazamiento que controla un paso. Destacan la presencia de los bancales de sus mieses, las sierras calizas y su torre medieval
Núcleo rural que conforma un paisaje de concejo representativo, y lugar relevante en el Camino Real de Liébana a la costa por Lamasón
Uznayo, núcelos del municipio de Polaciones . Conserva además en sus proximidades invernales de gran valor etnográfico.
Tudanca constituye un núcleo urbano sobresaliente, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982. Destacan la Casona y la iglesia de San Pedro
Sierra que separa los valles del Nansa y de Liébana y que constituye una de las principales referencias paisajísticas de la región.
Cades constituye un conjunto urbano polinuclear. Destacan el conjunto de ferrería, molino y panera de la casa Rábago y la iglesia de San Juan Bautista