Molino de Rábago
El molino capta agua del río Nansa a su paso por Rábago (Herrerias) y se localiza al borde de la CA-181. Su existencia es probable desde 1800 y dejó de funcionar en los años 60
El azud, que fue desmontado en 2010, era de planta oblicua de hormigón con contrafuertes y pantalla plana, buena solución para economizar hormigón. Tenía 55m de longitud y 1m de anchura en la coronación. Todavía se conserva la toma, de sillería y preparada para doble compuerta.
El canal de derivación, de sección rectangular, tuvo 125m de longitud con los cajeros de piedra y la solera enlosada. Sólo se conserva el tramo final, donde se ensancha para formar la cámara de carga. Las obras de mejora del trazado de la carretera CA-181 afectaron a la infraestructura del molino, aprovecharon el canal de derivación para colocar una tubería para drenaje transversal de la carretera.
Del canal de desagüe sólo se conserva el tramo inmediato al edificio y el final, también usado para drenaje de la carretera.
El edificio, que se ha reformado y ya no tiene la maquinaria hidráulica y de molienda, es de planta cuadrada y una altura sobre el nivel hidráulico, ejecutado en piedra de mampostería concertada y sillería, esta para enmarcar vanos y en las esquinas. La entrada de agua se realizaba mediante dos tomas rectangulares pequeñas que alimentaban dos rodetes, y la salida a través de un arco circular de medio punto con dovelas de sillería.
Cuando se construyó la presa de Palombera el molino dejó de ser hidráulico, al perder la concesión de agua. La sociedad Saltos del Nansa financió la construcción de otro eléctrico.
En las inmediaciones del azud se localiza el lugar conocido como “pozo de la barca” o “barquería de Rábago”, uno de los embarcaderos a donde llegaba una de las barcas que cruzaba el río Nansa.