Puertos o pastos de altura
Puertos o pastos de altura
Pastizales de montaña que se aprovechan a diente, de forma colectiva, durante la primavera o el verano, y se localizan en las divisorias de aguas.
Los “puertos” son amplios espacios abiertos en los que pace el ganado durante los meses de primavera y verano; muchos se hallan salpicados de algunos arbustos (abetos, espinos) cuyas formas revelan su función de cobijo para el ganado.
Se localizan en los perfiles suaves y cóncavos que se dibujan a lo largo de la línea de cumbres, formando la divisoria de aguas entre las principales cuencas hidrográficas. Por eso alcanzan especial relevancia en los paisajes de montaña y en las cabeceras de los valles occidentales de Cantabria. Su topografía de escasa pendiente permite la formación de suelo y de un tapiz herbáceo que reverdece con la desaparición de las nieves y el aumento de la temperatura y la insolación. Pero su extensión es producto, sobre todo, de una larga historia de costumbres ganaderas que hacen de estos pastos un interesante patrimonio territorial con valores culturales, ecológicos, productivos y paisajísticos.
Según la altitud, se pueden distinguir las veranizas o puertos altos, que se pacen durante el estío, y las primaverizas o
puertos bajos, aprovechados en primavera. La toponimia que da nombre a estos parajes abunda en términos que evocan su historia: unos recuerdan la técnica de roza con fuego para la eliminación de arbustos y matorrales y el rebrote de la hierba (busta), y muchos otros aluden a los sistemas pastoriles de manejo del ganado (seles, torales, brañas, midiajos, fuentes, vados).
Durante siglos (al menos entre el VIII y el XIX), los pueblos se disputaron estos espacios limítrofes y, dado su valor, también tuvieron que llegar a acuerdos o Concordias de Pastos, documentos en los que se fueron asignando espacios (brañas y seles) y determinando los turnos o calendarios para su aprovechamiento. De esta forma se fueron estableciendo las normas colectivas de aprovechamiento racional de los recursos herbáceos, hoy recogidas, a pesar de los cambios, en las Ordenanzas de Pastos.