Santuario de Nuestra Señora del Vado de la Reina
Santuario del S-XVII perteneciente al núcleo de Tudanca. Situado entre empinadas brañas, toma su nombre del arroyo que pasa junto a él.
Este santuario, situado entre empinadas brañas que pasan de los mil metros de altitud, toma su nombre del arroyo que pasa junto a él.
A través de los testamentos del valle se sabe que este edificio ya existía desde principios del siglo XVII. En 1712 consta que fue ampliado, pero poco tiempo después se arruinó debido a las constantes inundaciones que sufría por las crecidas del río junto al que se ubicaba. Por este motivo, en 1728 se solicitó licencia para trasladar el santuario al otro lado del arroyo, en un lugar donde estuviera a salvo de las inundaciones. Sin embargo, este traslado no se hizo efectivo hasta diez años después, siendo el encargado de esta fábrica Cosme Fernández de Noriega, maestro de cantería perteneciente al taller de Val de San Vicente, uno de los más activos en el valle del Nansa.
El santuario posee una sencilla nave rectangular con los muros in antis, entre los que se dispone la portada, cobijada bajo un arco de medio punto de sillería. Este modelo de portada es muy semejante al que presenta la ermita de San Bartolomé de Novales, atribuida al mismo taller de Val de San Vicente.
Interiormente se cubre con una bóveda de crucería estrellada de nervios cruceros, terceletes y ligaduras que se refuerza en el exterior por contrafuertes angulares y rectos.