Desde La Lastra se tiene una imagen muy conocida de Tudanca, pero no por ello menos valiosa. Se observa el núcleo urbano compacto y de morfología alveolar, con sus mieses abancaladas rodeando el caserío, encima el monte (la dehesa de Abajo) y el Prado Concejo, debajo la iglesia, el cementerio, las antiguas escuelas y finalmente en el fondo del valle el río Nansa. Del pueblo parte el camino que, por la mies hacia el norte, cruza el río junto a los restos del molino y sube hacia Santotís. A la derecha, hacia el sur, asciende el camino que conduce al valle del río Jilgar, donde  se encuentran la ermita de la Virgen de las Nieves y setenta invernales. El camino principal asciende hacia el Collado de Pantrieme y Polaciones. Otro camino asciende hacia el Prado Concejo, y en sus proximidades se pueden observar las huellas de las «basnas» en que bajaban la hierba, así como el camino de Arcillero, que desde la parte alta del pueblo conduce al monte y a los invernales de Sierra de Yero y Arás. Otros caminos salen del pueblo hacia las mieses, el monte, y otros espacios del término concejil.

El casco de este pueblo fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982 según se publica en el Boletín Oficial del Estado nº 30 de 04.02.1983, bajo la Ley de Patrimonio Histórico Español.